¿Para qué sirve el primer y cómo elegir el ideal para tu piel?
¿Te has preguntado alguna vez cómo conseguir una piel impecable y un maquillaje que dure todo el día? La respuesta podría estar en un producto que quizás no estás utilizando: el primer. Nosotros sabemos que un buen maquillaje comienza con una buena preparación. Por eso, queremos contarte todo sobre este aliado indispensable. Descubre para qué sirve el primer, cómo elegir el adecuado para tu tipo de piel y por qué deberías incluirlo en tu rutina diaria. ¡Sigue leyendo y descubre el secreto de un acabado profesional!

¿Qué es un primer en maquillaje?
Un primer, también conocido como prebase, es un producto que se aplica sobre la piel limpia antes del maquillaje. Su función principal es crear una base uniforme y lisa para que el maquillaje se adhiera mejor y dure más tiempo. Pero, ¿para qué sirve el primer realmente? Va más allá de ser solo una base, es un tratamiento que prepara la piel, minimiza imperfecciones y optimiza el resultado final del maquillaje. Imagina el primer como un lienzo en blanco perfecto para tu obra de arte: el maquillaje.
Beneficios de usar un primer en tu rutina
Ahora que sabes qué es, es hora de descubrir todos los beneficios que puede aportar a tu rutina de belleza. No se trata solo de prolongar la duración de tu maquillaje, sino también de mejorar la salud y apariencia de tu piel a largo plazo. Aquí te presentamos algunas razones clave para qué sirve el primer en maquillaje y por qué deberías considerarlo un imprescindible:
Alisa la piel y minimiza poros
Uno de los beneficios más notables del primer es su capacidad para alisar la superficie de la piel. Rellena poros dilatados, líneas finas y pequeñas imperfecciones, creando una textura suave y uniforme. Esto facilita la aplicación del maquillaje y evita que se acumule en áreas problemáticas, logrando un acabado más pulido y profesional.
Fija el maquillaje por más horas
¿Cansada de retocar tu maquillaje constantemente? El primer actúa como una barrera entre tu piel y el maquillaje, ayudando a fijarlo por más tiempo. Evita que la base se oxide, se cuartee o se desvanezca a lo largo del día, manteniendo tu look impecable desde la mañana hasta la noche.
Un ejemplo es nuestro GRIPPY SERUM Primer, que combina el poder de fijación de un primer con el cuidado de un sérum. Su textura ligera crea una película adherente que ayuda a que la base se mantenga intacta durante todo el día, sin sacrificar la comodidad en la piel.
Mejora la textura y controla brillos
Si tienes problemas de textura irregular o brillos indeseados, un primer matificante puede ser la solución. Estos primers, como nuestro Fit Me Primer Matificante, están formulados para controlar la producción de sebo, minimizar el brillo y suavizar la textura de la piel. Crean un acabado mate y aterciopelado que ayuda a que el maquillaje se vea más uniforme y natural.
Aporta luminosidad o matifica
Dependiendo de tus necesidades y preferencias, puedes elegir un primer que aporte luminosidad o matifique la piel. Los primers iluminadores contienen partículas reflectantes que dan un brillo sutil y saludable al rostro, ideal para pieles apagadas o para crear un look radiante. Por otro lado, los primers matificantes controlan el exceso de grasa y minimizan los poros, perfectos para pieles mixtas o grasas que buscan un acabado mate y sin brillos. También puedes optar por fórmulas que hidraten sin aportar grasa, como el Fit Me Primer Hidratante Primer ideal para preparar la piel y mantenerla confortable durante todo el día. ¡La elección depende de ti y del resultado que quieras lograr!
Si lo que buscas es frescura e hidratación sin renunciar a la fijación, el Primer Hidratante JELLY Fijador de Maquillaje es tu mejor aliado. Su textura en gel refrescante aporta confort inmediato, mantiene la piel hidratada durante horas y ayuda a que el maquillaje se fije de manera impecable con un acabado natural y jugoso.
¿Cómo elegir el primer adecuado para tu tipo de piel?
Ahora que conoces todos los beneficios del primer, es importante saber cómo elegir el adecuado para tu tipo de piel. No todos los primers son iguales, y utilizar el incorrecto puede no darte los resultados deseados. Aquí te dejamos algunos consejos para encontrar el primer perfecto para ti:
- Piel grasa: Busca primers matificantes con ingredientes como arcilla o sílice, que ayudan a controlar el sebo y minimizar los poros. Evita los primers con aceites o fórmulas pesadas que puedan obstruir los poros y causar brotes.
- Piel seca: Opta por primers hidratantes con ingredientes como ácido hialurónico o glicerina, que ayudan a retener la humedad y suavizar la piel. Evita los primers matificantes o con alcohol, que pueden resecar aún más la piel.
- Piel mixta: Elige un primer equilibrante que controle el brillo en la zona T (frente, nariz y mentón) y aporte hidratación en las zonas secas. Puedes utilizar dos primers diferentes, uno matificante para la zona T y otro hidratante para el resto del rostro.
- Piel sensible: Busca primers sin fragancias, parabenos ni otros ingredientes irritantes. Opta por fórmulas suaves e hipoalergénicas que no causen reacciones alérgicas.
- Piel madura: Elige primers con ingredientes antiedad como antioxidantes o péptidos, que ayudan a combatir los signos del envejecimiento y mejorar la textura de la piel. Busca fórmulas hidratantes que rellenen las líneas finas y aporten luminosidad, como con nuestro Facestudio® MASTER PRIME Primer, que prepara la piel suavemente mientras mejora visiblemente su textura y prolonga la duración del maquillaje.
Cómo aplicar correctamente el primer
Una vez que hayas elegido el primer adecuado para tu piel, es fundamental aplicarlo correctamente para obtener los mejores resultados. Aquí te dejamos una guía paso a paso para una aplicación perfecta:
- Limpia tu rostro: Antes de aplicar cualquier producto, asegúrate de tener la piel limpia y seca. Utiliza tu limpiador facial habitual y sécala suavemente con una toalla.
- Hidrata tu piel: Aplica tu crema hidratante habitual y deja que se absorba completamente antes de continuar. Esto ayudará a preparar la piel y a que el primer se adhiera mejor.
- Aplica el primer: Utiliza una pequeña cantidad de primer, del tamaño de un guisante, y aplícalo sobre el rostro con las yemas de los dedos. Extiéndelo suavemente con movimientos circulares, prestando especial atención a las zonas problemáticas como los poros dilatados o las líneas finas.
- Aplica tu maquillaje: Una vez que el primer se haya absorbido, puedes proceder a aplicar tu base de maquillaje, corrector y demás productos como de costumbre. Verás cómo el maquillaje se desliza más fácilmente y el acabado es más uniforme y duradero.
La pregunta de para qué sirve el primer tiene múltiples respuestas, todas ellas enfocadas en mejorar la apariencia y duración de tu maquillaje. Desde alisar la piel y minimizar poros hasta controlar brillos y aportar luminosidad, este producto versátil puede transformar tu rutina de belleza. ¡Descubre el poder de una piel perfectamente preparada y un maquillaje impecable!