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Debemos seguir unos pasos básicos a la hora de maquillarnos para que nuestro look se vea radiante y profesional. Por supuesto, que lo más importante son los productos que uses, pero también las herramientas como tus brochas de maquillaje. Es fácil arruinar tu maquillaje si no utilizas las brochas y pinceles adecuados en cada parte de tu rostro. Te enseñamos lo más novedoso en brochas para una aplicación ultra cómoda: las esponjas de maquillaje.
Lo último en bronchas se presenta en forma de esponja puntiaguda y un cómodo aplicador para facilitar la extensión del producto. Y es que, la razón por la que tiene esta forma es para poder llegar a las esquinas más complicadas con su punta. Además, con sus laterales cubrirás a la perfección la zona de la frente, mejillas y sienes. La cobertura, desde luego, es impecable y uniforme.
Si eres muy perfeccionista y quieres que tu piel no sea menos, utiliza la esponja Dream Blender para aplicar tu maquillaje. Es muy fácil de aplicar, puedes llevarla contigo en cualquier momento y además, consigue unos resultados profesionales y duraderos en tan solo unos segundos. Pruébalo y nota como tu maquillaje se aplica perfectamente por todo tu rostro.
Ya nos hemos familiarizado con el producto, pero ahora toca ponerlo en práctica. ¿Cuál es la forma correcta de aplicar nuestro maquillaje con la esponja blender? Debes poner una pequeña cantidad de Dream Velvet– nos encanta como deja la piel gracias a su acabado aterciopelada– en el centro de la frente, nariz, barbilla y mejillas. Repártela uniformemente por todo el rostro con ayuda de los laterales de la esponja aplicadora Dream Blender, con movimientos del centro del rostro hacia afuera. Difumina bien llegando a la línea del cabello y en la zona de la mandíbula.
Ahora solo queda que la pruebes y veas en primera persona lo sencillo y práctico que es utilizarla. Aunque lo mejor, sin duda, está en los resultado que consigues. Tu esponja te sacará de problemas, así que a partir de ahora, aplica siempre tu base con Dream Blender. Qué fácil es lucir un maquillaje impecable.